Lima de Lima

Hace 33 años (la edad de cristo), que llegue a la ciudad de Lima, desde mi pueblo natal Barranca una provincia de Lima provincias- aquella que muchos no conocen- estando apenas a 3 horas y media de la ciudad.
Vista desde el malecón de Chorrillos.
Si, de Barranca una provincia del llamado "norte chico" de Lima Provincias, la de sus playas, la de sus distritos de Puerto Supe y sus pescadores, la de Paramonga, sus cañaverales y fabrica de azúcar, la de su histórico pueblo de Pativilca en donde vivió Don Simón Bolívar, la de sus tamales de Supe Pueblo y la de su grandiosa ciudadela de Caral, Áspero y la fortaleza de Paramonga.

Con apenas 18 años llegue a la ciudad de Lima, para seguir mis estudios universitarios y enfrentar la vida construyendo un futuro. Y aunque no lo crean a pesar de estar aparentemente a tan pocas horas de mi pueblo, las diferencias fueron muy notorias, porque literalmente Lima Provincias es otro mundo desconocido por muchos, por ello fue difícil superar las añoranzas del mar, el campo, las costumbres andinas venidas de Huaraz, extrañar a la familia y sobre todo sentir ese desarraigo de la tierra, porque en esta Lima gris, el sol demora en salir y el calor humano a veces se muestra muy esquivo.

Aquí en esta Lima de contrastes, de camino apurado y de angustias por el tráfico, me he instalado como una migrante costeña de nacimiento pero serrana de voluntad, persiguiendo mis sueños, sonriendo por los logros alcanzados, luchando por justicia, aquí he amanecido muchos días de varios años con la preocupación de cubrir el pago del alquiler o de conseguir una casa para vivir...como miles de los que llegaron a Lima. Y ahora esta Lima y estos que como yo somos parte de ella, celebramos el aniversario de Otra Lima, porque es la que nosotros hemos hecho nuestra, con todas las sangres, sus combinaciones y todas sus fusiones.

Esta Lima es la de mi hijo nacido en los inicios de este milenio y que como yo seguramente no abrigara aquella nostalgia de la tierra, el mar y el olor del azúcar molida en el trapiche. Esta Lima será la que ellos y nosotros construimos con nuestros pasos y gritos en las calles y con otras metas necesarias para la vida, el impulso del cuidado del agua, la energía, los techos verdes, la solución del trafico con tecnología y la redistribución de todo lo que con trabajo honesto nos hemos ganado.

Aquí estamos 33 años después habiendo pasado de San Juan de Lurigancho, Huachipa, hasta Barranco y Chorrillos y es que como la añoranza de nuestro pueblo jamás se borrara, me voy buscando siempre el sitio que me recuerda el pueblo en donde nací y crecí, el sol, la arena, la brisa y el mar.

Las raíces y los sueños permanecen, Lima de Lima.

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